Analizar cómo las buenas prácticas de laboratorio influyen en el fraccionamiento, almacenamiento, transporte de componentes sanguíneos y pruebas pretransfusionales en los bancos de sangre, con el fin de garantizar la calidad de las unidades sanguíneas y evidenciar una hemoterapia segura.
Objetivos específicos grupales
Describir los procesos de separación, almacenamiento y transporte de hemocomponentes, incluyendo cómo la correcta manipulación, conservación y distribución de los productos sanguíneos influye en la calidad de las unidades destinadas a transfusión.
Explicar los procedimientos y manejo de la información en la hemovigilancia, reactivovigilancia y tecnovigilancia, profundizando en cómo estos sistemas de monitoreo contribuyen a la mejora continua de la seguridad en las transfusiones sanguíneas
Preguntas orientadoras
Dimensión socioeconómica
¿Cómo influyen los recursos económicos en la implementación de buenas prácticas de laboratorio en el fraccionamiento, almacenamiento y transporte de hemocomponentes?
R/= Los recursos económicos juegan un papel crucial en la implementación de buenas prácticas de laboratorio para el fraccionamiento, almacenamiento y transporte de hemocomponentes. La falta o insuficiencia de estos recursos puede impactar negativamente en la calidad, seguridad y disponibilidad de los productos sanguíneos.
1. Equipamiento adecuado
Fraccionamiento de hemocomponentes: Este proceso requiere equipo especializado, como centrífugas de alta velocidad, dispositivos automatizados para la separación de plasma, plaquetas y glóbulos rojos, así como sistemas de sellado y etiquetado de bolsas. Los laboratorios con recursos económicos limitados podrían no contar con este equipo o tener versiones obsoletas, lo que aumenta el riesgo de errores y compromete la calidad del producto final.
Almacenamiento: El almacenamiento adecuado de los hemocomponentes depende de tener refrigeradores y congeladores que mantengan las temperaturas correctas (4 °C para los glóbulos rojos, -18 °C o menos para el plasma). Además, sistemas de monitoreo continuo de temperatura y generadores de respaldo son esenciales. Laboratorios con menos recursos podrían no tener la capacidad de mantener estos equipos de manera continua, poniendo en riesgo la vida útil y la seguridad de los productos.
Transporte: El transporte seguro de hemocomponentes requiere contenedores refrigerados con control de temperatura y logística bien planificada. Si no se disponen de los fondos suficientes, los transportes podrían no ser óptimos, afectando la integridad de los productos.
2. Capacitación del personal
El manejo de hemocomponentes requiere personal altamente capacitado en procedimientos de fraccionamiento, almacenamiento y transporte. Los recursos económicos limitados pueden reducir la inversión en la capacitación continua del personal, lo que aumenta el riesgo de errores humanos y pone en riesgo la seguridad del paciente.
Mantener un sistema robusto de garantía de calidad implica la implementación de protocolos de seguimiento, auditorías internas y controles regulares, así como la adquisición de insumos de calidad para la recolección y procesamiento de sangre. Sin los recursos suficientes, estas prácticas pueden verse comprometidas, aumentando la probabilidad de contaminación o errores en los productos sanguíneos.
4. Tecnología y trazabilidad
Los sistemas electrónicos de trazabilidad para monitorizar cada paso en el procesamiento y transporte de hemocomponentes requieren inversión en software y hardware. Estos sistemas ayudan a minimizar errores y permiten rastrear cualquier problema hasta su origen. Un laboratorio con limitados recursos podría depender de sistemas manuales más propensos a fallos.
5. Cumplimiento normativo
Las regulaciones internacionales y nacionales sobre el manejo de hemocomponentes suelen ser estrictas y requieren inversión continua para su cumplimiento. Las instituciones con recursos limitados pueden tener dificultades para mantenerse actualizadas con los estándares regulatorios, lo que podría llevar a sanciones o la imposibilidad de distribuir productos sanguíneos.
6. Sostenibilidad y acceso
Las limitaciones económicas también pueden impactar la sostenibilidad a largo plazo de los bancos de sangre. Sin fondos suficientes para infraestructura, mantenimiento de equipos y actualización de procedimientos, el acceso a hemocomponentes seguros podría verse comprometido, afectando la atención de emergencias y tratamientos crónicos que dependen de estos recursos.
Referencias
1. Oscar Andres Peñuela B., Mauricio Beltrán D, Sonia Esperanza Rebollo S, & Maria Isabel Bermudez F. (2010). manual-de-hemovigilancia-2010. https://www.ins.gov.co/BibliotecaDigital/manual-de-hemovigilancia-2010.pdf
2. Para Transporte Por Vía Aérea De Sangre Y Hemocomponentes En El, P. el. (2017). INSTITUTO NACIONAL DE SALUD. www.ins.gov.co
2. ¿Cuáles son las entidades que vigilan y sancionan el incumplimiento de los criterios de calidad con respecto al procesamiento de las unidades sanguíneas?
R/= En Colombia, el control y vigilancia del procesamiento, almacenamiento, distribución y transporte de unidades sanguíneas es una responsabilidad compartida entre varias entidades gubernamentales y organismos especializados. Estas entidades aseguran que los bancos de sangre y los centros de salud cumplan con las normativas de calidad y seguridad establecidas para garantizar que los productos sanguíneos sean seguros para los pacientes.
1. Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud)
Rol: El Ministerio de Salud es la entidad principal encargada de formular políticas y regulaciones en el ámbito de la salud, incluyendo el sistema de sangre. El ministerio establece los lineamientos para el procesamiento, almacenamiento y transporte de productos sanguíneos, basándose en los estándares internacionales y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Acciones: MinSalud también establece planes de contingencia y programas de hemovigilancia para asegurar la seguridad transfusional a nivel nacional.
2. Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA)
Rol: El INVIMA es la principal autoridad reguladora en Colombia encargada de la inspección, control y vigilancia de los productos sanguíneos y los bancos de sangre. Esta entidad se asegura de que los productos sanguíneos cumplan con las normativas de calidad y seguridad establecidas.
Acciones: El INVIMA realiza inspecciones periódicas a los bancos de sangre y centros de salud para verificar el cumplimiento de las normas de buenas prácticas en el manejo de hemocomponentes. Además, puede sancionar a los centros que no cumplan con las regulaciones a través de multas, suspensión de licencias o cierre de instalaciones.
3. Instituto Nacional de Salud (INS)
Rol: El INS es responsable de la vigilancia epidemiológica y coordina el Sistema Nacional de Hemovigilancia, que monitorea los eventos adversos relacionados con la donación y la transfusión de sangre. Este sistema garantiza la seguridad en los procesos de donación y transfusión, y recolecta datos para mejorar la calidad de los productos sanguíneos.
Acciones: El INS también establece protocolos para el manejo de emergencias transfusionales y trabaja en la promoción de la donación voluntaria de sangre. Asimismo, supervisa el cumplimiento de las normas en los bancos de sangre y centros de salud.
4. Sistema Nacional de Hemovigilancia
Rol: El sistema de hemovigilancia en Colombia se enfoca en la supervisión de todos los eventos adversos que puedan ocurrir desde la recolección de sangre hasta la transfusión, tanto para donantes como para receptores. Esto incluye la vigilancia del procesamiento, almacenamiento y transporte de los hemocomponentes.
Acciones: A través de la recolección de datos y análisis de eventos adversos, este sistema identifica áreas de mejora en la seguridad transfusional y emite recomendaciones para optimizar los procedimientos. El sistema está supervisado principalmente por el Instituto Nacional de Salud (INS).
5. Secretarías Departamentales y Distritales de Salud
Rol: Las Secretarías de Salud a nivel departamental y distrital tienen la función de aplicar las políticas de salud pública dentro de sus respectivas jurisdicciones. Supervisan y auditan los bancos de sangre y los centros de salud en su territorio para verificar el cumplimiento de los estándares de calidad establecidos por MinSalud y el INVIMA.
Acciones: Estas secretarías realizan inspecciones periódicas, imponen sanciones en caso de incumplimiento y trabajan con los bancos de sangre locales para garantizar un suministro adecuado y seguro de productos sanguíneos.
6. Asociación Colombiana de Bancos de Sangre y Medicina Transfusional (ACOBASMET)
Rol: Aunque no tiene poder sancionador, ACOBASMET juega un rol clave en la promoción de buenas prácticas en los bancos de sangre y en la medicina transfusional. La asociación fomenta la capacitación continua del personal, el cumplimiento de las normas y la acreditación de los bancos de sangre.
Acciones: ACOBASMET organiza actividades educativas y certificaciones para asegurar que los centros sigan los más altos estándares en el manejo de hemocomponentes.
Sanciones por incumplimiento en Colombia
El incumplimiento de las normativas relacionadas con el procesamiento de sangre y sus componentes puede acarrear sanciones impuestas por el INVIMA o las Secretarías de Salud. Estas sanciones pueden incluir:
Multas económicas: Imposición de sanciones económicas por infracciones a la normativa de salud.
Suspensión temporal o permanente de licencias: Los centros o bancos de sangre que no cumplan con las normativas pueden ver suspendidas sus licencias para operar.
Cierre de instalaciones: En casos graves de incumplimiento o de riesgos para la seguridad de los pacientes, se puede ordenar el cierre temporal o definitivo de las instalaciones.
Retiro de productos: Los productos sanguíneos que no cumplan con los estándares pueden ser retirados del mercado para evitar riesgos de salud pública.
Referencias
2. RESOLUCION NUMERO 167 DE 1997. (1997). https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/DIJ/RESOLUCION-0167-de-1997.pdf
3. ¿En qué consiste la hemovigilancia, reactivovigilancia, tecnovigilancia y cómo han impactado en la reducción de costos?
R/= La hemovigilancia, reactivovigilancia y tecnovigilancia son áreas cruciales dentro del sistema de salud que contribuyen a la seguridad y eficacia de los tratamientos médicos relacionados con productos sanguíneos, reactivos y tecnologías médicas. Su impacto en la reducción de costos se basa en la prevención de errores, la mejora de la calidad y la optimización de recursos.
1. Hemovigilancia
La hemoterapia es el conjunto de técnicas y procedimientos terapéuticos que implican el uso de productos sanguíneos (como sangre total, plasma, glóbulos rojos, plaquetas, etc.) en el tratamiento de diversas enfermedades. Estos tratamientos son fundamentales en situaciones de emergencia, cirugía, hematología y oncología, entre otros.
Objetivos de la hemoterapia:
Transfusión segura: Garantizar que los productos sanguíneos utilizados sean seguros y adecuados para el paciente.
Uso racional de sangre: Evitar transfusiones innecesarias y maximizar la efectividad de las que se realicen.
Prevención de complicaciones: Minimizar las reacciones adversas o infecciones relacionadas con la transfusión.
Impacto en la reducción de costos:
Optimización del uso de sangre: La promoción del uso racional de productos sanguíneos evita transfusiones innecesarias, reduciendo la demanda de sangre y los costos asociados al procesamiento y almacenamiento.
Mejora de la seguridad: La implementación de mejores prácticas de hemoterapia y protocolos de transfusión segura reduce complicaciones y eventos adversos, lo que implica una menor necesidad de tratamientos adicionales y hospitalizaciones prolongadas, disminuyendo los costos derivados de reacciones transfusionales.
La reactivovigilancia es el sistema de vigilancia sanitaria que supervisa la calidad y seguridad de los reactivos diagnósticos utilizados en los laboratorios clínicos, incluyendo aquellos empleados en pruebas para la clasificación y compatibilidad de sangre (tipificación sanguínea, detección de anticuerpos, etc.). Este sistema detecta, evalúa y previene eventos adversos o incidentes relacionados con el uso de reactivos.
Objetivos de la reactivovigilancia:
Monitorear la calidad de los reactivos: Asegurar que los reactivos empleados en los diagnósticos y pruebas de laboratorio sean eficaces y seguros.
Reportar y analizar incidentes: Facilitar la identificación de problemas en los reactivos que puedan afectar la seguridad de los pacientes o la precisión de los diagnósticos.
Impacto en la reducción de costos:
Mejor calidad de los diagnósticos: El monitoreo continuo de los reactivos asegura que solo los productos de alta calidad estén disponibles en los laboratorios. Esto reduce el riesgo de diagnósticos incorrectos o falsos positivos, lo que a su vez disminuye los costos derivados de repeticiones de pruebas o tratamientos erróneos.
Reducción de eventos adversos: Al identificar y retirar del mercado reactivos defectuosos o de baja calidad, la reactivovigilancia disminuye el riesgo de reacciones adversas y errores diagnósticos que podrían incrementar los costos hospitalarios.
La tecnovigilancia es el sistema de vigilancia y control de la seguridad de los dispositivos médicos, incluidos aquellos utilizados en la hemoterapia y otros procedimientos relacionados con la salud. Este sistema monitorea el comportamiento de equipos médicos, como las centrífugas para el fraccionamiento de sangre, sistemas de almacenamiento refrigerado y bombas de infusión utilizadas en las transfusiones.
Objetivos de la tecnovigilancia:
Identificación de fallas: Detectar y reportar fallas en los equipos médicos para evitar riesgos a los pacientes y garantizar la efectividad de los procedimientos.
Monitoreo de seguridad a largo plazo: Supervisar los efectos adversos o problemas que puedan surgir con el uso continuo de dispositivos médicos.
Impacto en la reducción de costos:
Prevención de fallos: Al monitorear continuamente los dispositivos médicos, la tecnovigilancia permite identificar fallos antes de que causen problemas graves. Esto evita costosos reemplazos de equipos o intervenciones adicionales debido a errores o mal funcionamiento de los dispositivos.
Prolongación de la vida útil de los equipos: El mantenimiento preventivo derivado de la tecnovigilancia puede extender la vida útil de los equipos médicos, reduciendo los costos de adquisición de nuevos dispositivos.
Reducción de eventos adversos: Minimizar los errores o incidentes relacionados con el mal funcionamiento de dispositivos reduce los costos asociados con tratamientos adicionales o demandas legales.
Impacto global en la reducción de costos:
Eficiencia operativa: Estos sistemas contribuyen a una gestión más eficiente de los recursos, reduciendo el uso excesivo o inadecuado de productos sanguíneos, reactivos y dispositivos médicos, lo que a su vez reduce los costos operativos.
Prevención de complicaciones: Al asegurar que tanto los productos sanguíneos como los reactivos y dispositivos médicos utilizados sean seguros y de alta calidad, se minimizan las complicaciones clínicas, lo que se traduce en una disminución de los costos asociados a tratamientos adicionales, hospitalizaciones prolongadas o incluso litigios por mala praxis.
Mantenimiento preventivo: La tecnovigilancia ayuda a evitar fallas críticas en los equipos médicos, reduciendo los costos relacionados con la reparación de equipos y la compra de nuevos dispositivos.
Uso racional de productos sanguíneos: La hemoterapia optimiza el uso de productos sanguíneos, evitando transfusiones innecesarias y garantizando que los recursos limitados de sangre se utilicen de manera eficiente.
En conjunto, la implementación efectiva de la hemoterapia, reactivovigilancia y tecnovigilancia ha mejorado la calidad de la atención médica, aumentado la seguridad de los pacientes y optimizado el uso de los recursos disponibles, lo que ha tenido un impacto significativo en la reducción de costos en el sistema de salud.
Referencias
1. Guide to establishing a national haemovigilance system. (2016). World Health Organization. https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/33882/9789275319468-spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y
2. El, C., & De, O. (n.d.). CONVENIO INTERADMINISTRATIVO N°. 628 DE 2011 UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA-INVIMA “Apoyar y consolidar a través de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, el programa nacional de Tecnovigilancia (Señalización y Gestión-Vigilancia Activa) y fortalecimiento de los programas de Reactivovigilancia y Biovigilancia del INVIMA” ACTUALIZACION DEL PROGRAMA DE TECNOVIGILANCIA EN COLOMBIA E IMPLEMENTACION DE LOS COMPONENTES SEÑALIZACION Y GESTION EN TECNOVIGILANCIA. https://www.invima.gov.co/sites/default/files/dispositivos-medicos/Dispositivos-medicos-y-equipos-biomedicos/vigilancia/programa-nacional-de-tecnovigiancia/vigilancia-proactiva-en-colomboa/Actualizaci%C3%B3n%20del%20programa%20de%20tecnovigilancia%20en%20Colombia%20e%20implementaci%C3%B3n%20de%20los%20componentes%20se%C3%B1alizaci%C3%B3n%20y%20gesti%C3%B3n%20en%20tecnovigilancia.pdf
Dimensión psico-conductual
¿De qué manera las actitudes y el nivel de formación del personal del banco de sangre afectan los procesos de fraccionamiento y almacenamiento de hemocomponentes?
R/= Las actitudes y el nivel de formación del personal que trabaja en un banco de sangre tienen un impacto crucial en la calidad y seguridad de los procesos de fraccionamiento y almacenamiento de hemocomponentes. Estos factores influyen directamente en la precisión de los procedimientos, el manejo adecuado de los productos sanguíneos y el cumplimiento de las normativas de seguridad.
1. Actitudes del personal:
Las actitudes, como el compromiso, la ética profesional, la responsabilidad y la atención al detalle, son esenciales para mantener los estándares de calidad en los bancos de sangre. Las siguientes actitudes específicas pueden afectar los procesos de fraccionamiento y almacenamiento de hemocomponentes:
a. Compromiso con la seguridad y calidad
El personal comprometido con la seguridad y calidad de los productos sanguíneos sigue estrictamente los protocolos establecidos para evitar errores que puedan comprometer la integridad de los hemocomponentes.
Impacto en el fraccionamiento: La falta de atención o motivación puede llevar a errores en la separación de los componentes sanguíneos, como la contaminación cruzada o la mezcla incorrecta de hemocomponentes, lo que afecta la calidad del producto final.
Impacto en el almacenamiento: El personal desmotivado podría no seguir los procedimientos de control de temperatura o monitoreo de las condiciones de almacenamiento de los productos, lo que compromete la seguridad y la viabilidad de los hemocomponentes.
b. Atención al detalle y rigor
El manejo de hemocomponentes requiere precisión en cada fase, desde la recolección hasta el almacenamiento. Un enfoque detallado es clave para evitar errores que puedan afectar la calidad y seguridad del producto.
Impacto en el fraccionamiento: El fraccionamiento exitoso depende de un control riguroso de las técnicas utilizadas, como la centrifugación y el sellado de las bolsas. La falta de rigor puede conducir a productos mal preparados que no cumplan con los estándares.
Impacto en el almacenamiento: El personal que presta atención a los detalles asegurará que las bolsas de sangre estén correctamente etiquetadas, almacenadas a la temperatura adecuada y controladas en todo momento. La negligencia puede resultar en la pérdida de valiosos hemocomponentes.
c. Actitud hacia el trabajo en equipo
El fraccionamiento y almacenamiento son procesos que requieren coordinación entre varios miembros del equipo, como técnicos de laboratorio, enfermeras y personal administrativo.
Impacto en el fraccionamiento: La falta de cooperación o comunicación inadecuada puede generar errores en la coordinación de las etapas de procesamiento y en la preparación de los hemocomponentes para su almacenamiento o distribución.
Impacto en el almacenamiento: Si el personal no trabaja en equipo, pueden surgir fallas en la rotación de inventarios o en la adecuada supervisión de las condiciones de almacenamiento, lo que aumenta el riesgo de desperdicio o caducidad.
2. Nivel de formación del personal
El nivel de formación del personal que trabaja en bancos de sangre es fundamental para garantizar que los procedimientos se realicen de manera correcta y segura. El personal capacitado tiene el conocimiento técnico necesario para llevar a cabo procesos de fraccionamiento y almacenamiento de manera eficiente y conforme a los estándares internacionales.
a. Conocimientos técnicos
Impacto en el fraccionamiento: El fraccionamiento de sangre implica el uso de equipos como centrifugadoras, selladoras de bolsas y sistemas automatizados para separar plasma, plaquetas y glóbulos rojos. Un personal bien capacitado en el manejo de estos dispositivos asegura que los hemocomponentes se separen correctamente, manteniendo su calidad y seguridad.
Impacto en el almacenamiento: El personal que conoce las especificaciones técnicas para el almacenamiento de cada hemocomponente (por ejemplo, las temperaturas adecuadas para glóbulos rojos, plasma y plaquetas) es clave para evitar la degradación de los productos sanguíneos.
b. Capacidad para seguir protocolos y normativas
Impacto en el fraccionamiento: El personal con formación en buenas prácticas de laboratorio y en la normativa sanitaria (nacional e internacional) sabe cómo aplicar protocolos rigurosos para garantizar la esterilidad, evitar la contaminación y seguir los procedimientos estandarizados para el fraccionamiento de sangre.
Impacto en el almacenamiento: La capacidad para seguir los protocolos de almacenamiento es fundamental para garantizar que los productos se conserven en las condiciones adecuadas. El incumplimiento de estas normativas podría resultar en la descomposición de los productos sanguíneos y un riesgo para los receptores.
c. Formación en manejo de imprevistos y problemas técnicos
Impacto en el fraccionamiento: Durante el procesamiento de hemocomponentes pueden surgir problemas técnicos, como fallos en el equipo o la detección de sangre contaminada. Un personal bien formado sabe cómo manejar estas situaciones de manera segura, minimizando el impacto en la calidad de los productos.
Impacto en el almacenamiento: El personal con formación técnica está preparado para reaccionar rápidamente ante problemas como fallos en la refrigeración, y puede implementar planes de contingencia que eviten la pérdida de hemocomponentes.
d. Actualización continua
Impacto en el fraccionamiento: Las tecnologías y procedimientos en el ámbito de la hemoterapia evolucionan constantemente. El personal que se mantiene actualizado en nuevas técnicas y normativas está mejor preparado para implementar mejoras en los procesos de fraccionamiento, lo que optimiza la eficiencia y seguridad.
Impacto en el almacenamiento: La actualización en las mejores prácticas para el almacenamiento y transporte de hemocomponentes garantiza que el personal esté al día en cuanto a innovaciones tecnológicas, como sistemas de monitoreo digital y controles automáticos de temperatura.
Resumen del impacto de actitudes y formación en la reducción de errores y mejora de la calidad
Las actitudes positivas y la formación adecuada del personal en bancos de sangre tienen un impacto directo en la calidad de los hemocomponentes, la reducción de errores y la seguridad del paciente. Un equipo comprometido y capacitado garantiza que los procedimientos de fraccionamiento y almacenamiento se realicen correctamente, lo que reduce costos asociados a pérdidas, errores y repeticiones de procesos. Además, estas cualidades mejoran la eficiencia operativa y contribuyen a la confianza de los pacientes en el sistema de salud.
Referencias
1. Estándares de Trabajo
para Bancos de Sangre. (1999). https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/42838/estandares-hse7-2edic.pdf?sequence=
Dimensión biológica
¿Cómo se realiza el proceso del fraccionamiento de sangre para obtener cada uno de los componentes sanguíneos?
R/= El fraccionamiento de sangre es el proceso por el cual la sangre total donada se separa en sus diferentes componentes, lo que permite que cada uno de ellos pueda ser utilizado de manera específica en distintos tratamientos médicos. Este procedimiento optimiza el uso de la sangre y permite que un solo donante pueda ayudar a varios pacientes con diferentes necesidades.
Pasos del fraccionamiento de la sangre:
1. Extracción y recolección de sangre: La sangre se extrae de un donante en una bolsa especial que contiene un anticoagulante para evitar la coagulación. La sangre extraída es sangre total, que incluye plasma, glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
1.1 Almacenamiento inicial: Refrigeración temporal: Tras la extracción, la sangre se almacena temporalmente a una temperatura de entre 1 y 6°C para preservar su calidad y evitar la proliferación de bacterias mientras se prepara para el procesamiento.
2. Centrifugación: La sangre total se introduce en una centrífuga, donde se somete a una rotación a gran velocidad. Este proceso utiliza la fuerza centrífuga para separar los componentes según su densidad. Al centrifugar, los diferentes elementos de la sangre se estratifican en capas:
- Glóbulos rojos (eritrocitos): Se depositan en el fondo de la bolsa, ya que son los componentes más densos.
- Capa leucoplaquetaria (buffy coat): Es una capa fina en el medio, que contiene los glóbulos blancos (leucocitos) y las plaquetas.
- Plasma: Es la parte líquida de la sangre y se sitúa en la capa superior, ya que es el menos denso. El plasma se puede fraccionar aún más para obtener proteínas específicas como albúmina y inmunoglobulinas.
3. Separación de componentes: Una vez que la sangre ha sido centrifugada, se separan cuidadosamente las diferentes capas mediante bolsas con compartimentos y tubos conectados para evitar contaminación. Se extraen por separado:
- Glóbulos rojos: Son transferidos a una bolsa aparte y almacenados bajo refrigeración para su uso en pacientes con anemias, hemorragias o cirugías.
- Plasma: Se recoge y puede ser congelado (plasma fresco congelado) para su uso en trastornos de coagulación o en pacientes con quemaduras graves. También puede ser procesado para obtener otros derivados, como albúmina, factores de coagulación o inmunoglobulinas.
- Plaquetas: Se separan para su uso en pacientes con trombocitopenia (bajo recuento de plaquetas) o que requieren control de sangrados.
4. Filtración o reducción de leucocitos: En muchos casos, se filtran los glóbulos blancos de los componentes sanguíneos, ya que pueden causar reacciones adversas en los pacientes transfundidos, como fiebre o inmunosupresión. Este proceso se llama leucorreducción.
5. Almacenamiento: Cada componente sanguíneo tiene condiciones de almacenamiento específicas.
6. Crioprecipitado (plasma congelado y fraccionamiento posterior): Es una fracción proteica que se obtiene del plasma fresco congelado mediante un proceso adicional de descongelación lenta y centrifugación. El crioprecipitado contiene proteínas importantes para la coagulación, como el fibrinógeno, el factor VIII y el factor von Willebrand.
Referencias
1.Novelo-Garza, B., & Benítez-Arvizu, G. (2023). Obtención de componentes sanguíneos en los bancos de sangre [Obtaining blood components in blood banks]. Revista medica del Instituto Mexicano del Seguro Social, 61(Suppl 1), S52–S58.
2. Ortiz, P., Mingo, A., Lozano, M., Vesga, M. Á., Grifols, J. R., Castrillo, A., Algora, M., Romón, Í., & Cárdenas, J. M. (2005). Guía sobre la transfusión de componentes sanguíneos. Medicina Clínica, 125(10), 389–396. https://doi.org/10.1157/13079172
6. ¿Cómo se realiza el almacenamiento y transporte de las unidades sanguíneas, y cuáles son los elementos que se utilizan en el proceso?
R/= El almacenamiento y transporte de las unidades sanguíneas son procesos críticos que deben garantizar la seguridad, viabilidad y eficacia de los componentes sanguíneos hasta su administración. Para ello, se siguen protocolos estrictos que incluyen el uso de tecnologías de conservación, condiciones de temperatura controlada, y equipos especiales que evitan la degradación de los componentes. El almacenamiento de los distintos componentes sanguíneos se realiza de acuerdo con las características y las necesidades de conservación de cada uno:
Glóbulos rojos: Los glóbulos rojos concentrados se almacenan en refrigeradores especiales a una temperatura entre 1 y 6°C. Esta temperatura es crucial para mantener su viabilidad, evitar la degradación y prevenir la proliferación bacteriana. Los glóbulos rojos pueden almacenarse hasta 42 días si se conservan adecuadamente. Para prolongar su vida útil, a veces se añaden soluciones de conservación que contienen nutrientes, como glucosa y manitol. Se utilizan refrigeradores médicos diseñados específicamente para productos sanguíneos, que mantienen la temperatura constante. Estos equipos cuentan con sistemas de monitoreo continuo de temperatura, alarmas y respaldo en caso de fallo eléctrico.
Plaquetas: Las plaquetas se almacenan a temperatura ambiente controlada (20-24°C) con agitación continua. Esto es importante porque las plaquetas tienden a agregarse si permanecen en reposo. Debido a su fragilidad, las plaquetas tienen una vida útil más corta, generalmente entre 5 y 7 días. Se utilizan agitadores de plaquetas, que son dispositivos que mantienen las bolsas de plaquetas en movimiento suave y constante. Los equipos también están conectados a alarmas que avisan si las condiciones de temperatura o agitación son interrumpidas.
Plasma fresco congelado (PFC): El plasma se congela inmediatamente después de su separación para preservar los factores de coagulación y otros componentes bioactivos. Se almacena a -18°C o menos en congeladores especializados. Puede ser almacenado por hasta 1 año si se mantiene congelado a la temperatura adecuada. Se utilizan congeladores de baja temperatura, que garantizan que el plasma permanezca por debajo de -18°C de manera constante. Además, se monitorea la temperatura con sistemas de registro continuo.
Crioprecipitado: El crioprecipitado, que se obtiene del plasma, también se congela y almacena a -18°C o menos. Al igual que el plasma fresco congelado, puede almacenarse hasta 1 año. Se emplean los mismos congeladores de baja temperatura que para el plasma.
El transporte de las unidades sanguíneas debe garantizar que las condiciones de temperatura, agitación (para las plaquetas) y seguridad se mantengan durante todo el trayecto. Existen diferentes métodos y dispositivos utilizados en el transporte de cada componente:
Glóbulos rojos: Los glóbulos rojos deben ser transportados en contenedores refrigerados que mantengan una temperatura entre 1 y 6°C. Para ello se utilizan contenedores isotérmicos: Son cajas o maletines especiales diseñados para mantener una temperatura constante. Estos contenedores suelen estar equipados con material aislante y paquetes refrigerantes que aseguran la estabilidad térmica. Durante el transporte, se utilizan dispositivos de monitoreo (data loggers) que registran la temperatura a intervalos regulares. Esto permite verificar que la cadena de frío no se interrumpió.
Plaquetas: Las plaquetas deben transportarse entre 20 y 24°C. Aunque no requieren refrigeración, sí deben mantenerse en constante agitación para evitar su agregación. Se emplean maletines o cajas que aseguran que las plaquetas permanezcan en un rango de temperatura adecuado. En algunos casos, se usan agitadores móviles que permiten mantener las plaquetas en movimiento durante el transporte, aunque este no es obligatorio para trayectos cortos. También se utilizan registradores de temperatura para asegurar que las plaquetas no hayan sido expuestas a temperaturas extremas.
Plasma fresco congelado y crioprecipitado: El plasma y el crioprecipitado deben transportarse a una temperatura de -18°C o menos. Contenedores criogénicos o contenedores isotérmicos con paquetes de hielo seco o con refrigeración interna que mantienen las unidades a temperaturas extremadamente bajas. Registradores de temperatura para controlar y verificar que el plasma no haya sido expuesto a temperaturas superiores durante el transporte.
Validación de equipos: Los refrigeradores, congeladores y equipos de transporte se calibran y validan periódicamente para asegurar que funcionan dentro de los parámetros adecuados. Contenedores estériles: Todas las bolsas de sangre y sus componentes se almacenan en contenedores o bolsas selladas y estériles, lo que garantiza la ausencia de contaminación y la integridad del producto.
Referencias
1.Banco, E. (2018). 2. RECEPCION DE HEMOCOMPONENTES PROVENIENTES DEL BANCO DE SANGRE PROVEEDOR. https://www.intranet.clinicasagradocorazon.com.co/wp-content/uploads/2018/06/003-MANUAL-TRANSPORTE-Y-ALMACENAMIENTO-DE-HEMOCOMPONENTES-V.2.pdf
2. Nacional de Salud, I., Juliana Rodriguez Rodríguez, M., Herrera Hernandez, A., Berrio Perez, M., Andrea Gardeazabal, P., & Isabel Bermúdez Forero, M. (2019). Lineamiento sobre especificaciones para. www.ins.gov.co
7. ¿Cuáles son los factores de riesgo biológico que en mayor medida se encuentran relacionados con las donaciones y transfusiones sanguíneas?
R/= En Colombia, al igual que en otros países, las donaciones y transfusiones de sangre están asociadas a ciertos factores de riesgo biológico que pueden afectar la seguridad del proceso. Los riesgos biológicos están relacionados con la transmisión de agentes infecciosos a través de la sangre donada. Aunque el sistema de donación y transfusión cuenta con estrictos controles de calidad y protocolos de seguridad, algunos patógenos pueden representar riesgos significativos. Los principales factores de riesgo biológico relacionados con donaciones y transfusiones sanguíneas en Colombia son:
- Auto inoculación accidental mediante pinchazos o cortes con elementos punzantes (como agujas o bisturíes).
- Contacto con sangre y fluidos biológicos contaminados, especialmente cuando hay lesiones en la piel o mucosas.
- Exposición a aerosoles generados al manipular muestras de sangre, que pueden inhalarse o entrar en contacto con membranas mucosas.
- Contacto con productos químicos.
- Transmisión de virus como VIH (El riesgo de infectarse por este virus en un accidente laboral a través de una aguja que tiene sangre
contaminada es estimado en 0.3-0.4%), Hepatitis B (El riesgo de infectarse por este virus en un accidente laboral a través de una aguja que tiene sangre
contaminada es promedio un 15%, llegando hasta un 40%.) y Hepatitis C (El riesgo en este caso no está todavía bien precisado citándose cifras de hasta un 10%).
Además, existe un grupo clave de factores de riesgo vinculados a aspectos humanos, que pueden aumentar notablemente el impacto de otros riesgos. Estos factores incluyen las aptitudes y habilidades del trabajador, su estado físico y emocional, su capacidad intelectual y nivel de entrenamiento, así como la forma en que está organizada el laboratorio o el área de trabajo.
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